domingo, 1 de marzo de 2015

La cruel verdad


Es curioso cuando piensas que tienes una vida perfecta y que nada puede estropearse.
Y éstas allí sentada en el coche mirándole y piensas, “es él ¿verdad?, es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida, sí si es él” y le vuelves a mirar de reojo y te sale una sonrisa boba.  Y él lo sabe, sabe que te tiene loca. Le acaricias la nuca y es que a veces no hacen falta palabras, le amas. Pero un día, sí un día como otro cualquiera, en el cual, esa mañana amaneciste entre sus brazos y sin venir a cuento, de casualidad, sí de esas casualidades, decides ver algo que te quitara la venda y entras en esas profundidades oscuras de las cuales sospechabas, pero no creías que eran ciertas. En ese mismo momento el tiempo se para, al igual que cuando das el primer beso, pero esta vez es de una forma amarga y cruel, para ponértelo más difícil y tu corazón se detiene, para coger carrerilla y dar el último latido que lo quiebra. Y todo el mundo que creías que tenías perfecto se te desvanece en una milésima de segundo. Y sí es verdad cuando dicen que la vida puede cambiar en tan sólo un segundo.  Ya sabes la cruel verdad, no, no era él la persona con la que pasarás el resto de tu vida.

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