Ella creía que siempre le hablaba a él en otro idioma, pero
siempre fue clara desde el principio. Ella le pidió, casi le suplicó que nunca
la hiciera daño, también le explico que odiaba las mentiras, por tanto le dijo
que no quería que la mintiera. Por último ella le confeso que si él amaba a
otra, ella nunca se interpondría. A todo esto él la respondió que él nunca la haría
daño, que siempre la amaría, que él decía siempre verdades como puños, que
nunca la mentiría y que ella era la única a la que él quería. Pero ella nunca
logro entender que era lo que él entendió. La mintió desde el primer día, había
otra en este camino de dos y como era de esperar la hirió, no fue un simple
rasguño, la quebró por dentro de tal forma que su corazón se convirtió en
cenizas.
Creo que nunca fue tan difícil de comprender lo que ella quería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario